la cuina d'en Jaume

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diumenge, 11 d’abril del 2010

¿SABIAS QUE ... ? HOY HABLAREMOS DE LAS PATATAS


La patata tiene una importancia propia dentro de nuestras costumbres alimentarias, pero su historia en nuestro continente data de poco más de cuatro siglos i medio.

La patata es un tubérculo que las culturas azteca y inca ya consumían. En la península fue introducida a mediados del siglo XVI por los conquistadores durante uno de los viajes de intercambio (o si prefiere de expolio comercial) que se efectuaban de un continente a otro, pasando de España hacia Italia y Alemania y más tarde a Francia e Inglaterra.

Su destino era el de engordar los cerdos ya que se consideraba que la patata no era apto para el consumo humano debido al carácter tóxico de la patata. La patata no debemos consumir nunca cruda, tenemos que pensar en los excelentes componentes de la patata una vez cocida. Podemos disponer de este fruto desde finales de agosto y, si las condiciones atmosféricas son adecuadas, tendremos posibilidad de disponer de ellas hasta finales de octubre.

Propiedades de las patatas:

Toxicidad:
La ingestión de la planta (hojas, tallo, flores y frutos) produce daños gastrointestinales, hepáticos y cardíacos que pueden conducir, en caso de que la ingestión sea elevada, a la muerte. Ya que contiene un alcaloide denominado solanina.

Suavizante:
Es uno de los vegetales que contiene más almidón, un producto con propiedades emolientes, es decir suavizantes de la piel.

Dolor e inflamaciones:
El líquido de la patata picada se puede aplicar en forma de pomada sobre las zonas del cuerpo doloridas para combatir el dolor o rebajar las inflamaciones o para cicatrizar las heridas, siendo interesante en casos de golpes, ampollas, quemaduras, incluidas las quemaduras producidas por el sol, etc.

Ojos cansados:
Como el almidón calma el dolor, es muy estimulante colocar rebanadas de papa fresca sobre los ojos cerrados, para aliviar la pesadez y las gafas.

Presión alta:
Son muy ricas en potasio, componente que resulta muy bueno para combatir la presión arterial alta por sus propiedades tanto vasodilatadoras como diuréticas.

Artritis:
Uno de los remedios naturales más conocidos de la patata es beber el jugo de esta cruda, un par de cucharadas antes de cada comida, siempre en ayunas.

Obesidad y diabetes:
No deberían abusar del consumo de este alimento las personas con problemas de obesidad y los diabéticos por su riqueza en hidratos de carbono.

Dormir plácidamente:
Su consumo favorece un sueño apacible y ayuda a calmar los espasmos y calambres ejerciendo una función sedante del organismo. Igualmente es muy útil para aliviar la tos, cuando ésta tiene un origen nervioso.

Resfriados y gripes:
Otra de sus propiedades es la de favorecer la alcalinidad de la sangre, situación que nos hace resistentes a los resfriados, gripes y neumonías, razón que hace su consumo indispensable para los niños y personas mayores.

Quemaduras y picaduras:
Se debe aplicar una rodaja de patata cruda sobre la parte afectada y aguantando con una venda para aliviar el dolor.

Dolor de cabeza:
Cortar dos rodajas de patata y colocar las una en cada lado del frente por la parte blanca y aguantar con un pañuelo se debe dejar actuar durante media hora, también alivia la migraña.

Arrugas:
La patata también es magnífica para las arrugas. Bull-y aplasta-la, como haciendo puré, y después añade un poco de zumo de limón. Colocar directamente sobre las arrugas 15 min. al día. Verás como las propiedades hidratantes de la patata reparan el cutis dañado.

Granitos:
No hay granito que se resista al poder absorbente de la patata. Un peeling eficaz lo podemos hacer con una patata y un tomate, pelados, y troceados a hervir, se escurren y se ponen en la batidora, aplica esto durante 15 minutos y lávate la cara después con agua tibia.

Patatas con piel:
Muchas de las propiedades alimentarias de este alimento, con hemos dicho antes, se encuentran en la piel. Siempre que se pueda deberán cocinar sin sacarlas la piel y siempre tener en cuenta que, para comerlas con piel, debe tratarse de patatas de cosecha reciente, también llamadas patatas nuevas. Una buena forma de prepararlas es hornearlas durante 20 minutos con la piel, después de haberlas limpiado adecuadamente o cocinarlas asadas al horno, con unas gotas de aceite.

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