El plato de nuestra receta de esta semana entra dentro de la categoría que llamamos cocina de pobre, donde acostumbramos a aprovechar las sobras de otros platos elaborados anteriormente. En nuestro caso, la procedencia de los garbanzos acostumbraba a ser la “escudella i carn d’olla” catalana o el cocido castellano o madrileño así como múltiples platos populares de nuestra geografía mediterránea.
Esperamos que os guste.
Tiempo: 30 minutos / Dificultad: Fácil / Raciones: 4 personas
INGREDIENTES
• 1 Kg de espinacas
• 400 gr de garbanzos cocidos
• 1 cebolla
• 2 tomates
• 1 grano de ajo
• 1 rebanada de pan frito
• Unas cuantas almendras tostadas
• 1 huevo duro
• 1 cucharada de pimienta roja
• Sal
• 1 cucharadita de azúcar
ELABORACIÓN
1. Hervir las espinacas en una olla y escurrirlas. Reservar el agua de hervirlas en la misma olla.
2. En un mortero se pican el grano de ajo, la rebanada de pan frito y las almendras tostadas.
3. En la misma cacerola de freír el pan se hace un sofrito de cebolla y tomate, se le añade una pizca de sal y la cucharadita de azúcar y a continuación se añaden los garbanzos cocidos.
4. Dar un par de vueltas a los garbanzos y a continuación tirarlos a la olla donde se guarda el caldo de hervir las espinacas.
5. Dejar hervir un ratito a fuego medio y a continuación de añaden las espinacas, después se añade la picada, la pimienta roja y la clara del huevo duro troceada, remover de vez en cuando dejando reducir el caldo hasta darle la consistencia deseada. Rayar la yema del huevo duro y añadirla también a la olla.
6. Rectificar de sal y ya está lista para servir.